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¿Qué puede hacer un hombre?
Después de diez años sirviendo a mi país, es hora de volver a casa. Pero no a mi ciudad natal, porque ahí vive mi ex y hace tiempo que perdí la paciencia con su drama. En lugar de eso, me dirijo a Saddle Creek, Texas, un lugar que mi compañero del ejército siempre describió como el lugar perfecto para vivir. Efectivamente, la ciudad parece el pueblo perfecto para echar raíces, pero es la vivaz y curvilínea artista local en la que realmente quiero sumergirme.
¿Qué puede hacer una chica?
Puede que sea un poco demasiado rara y rebelde para mucha gente de mi pequeña ciudad, pero ¿qué puedo decir? Este es mi hogar. Además, la casa que heredé de mi abuela tiene el estudio de escultura perfecto. Es cierto que la casa necesita un montón de trabajo, puedo ser hábil con un soldador de arco, pero no tengo habilidades con un martillo. No busco al tipo perfecto, solo al manitas perfecto. Aun así, cuando contrato a Jack, me encuentro deseando que se ponga un poco manitas conmigo.
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Un matrimonio falso. Una atracción ardiente. Y una sola cama.
Temple.
Casarme con el hermano mayor de mi mejor amiga era la solución perfecta a mi problema. Flynn volvía al extranjero para servir en el ejército y yo recibía mi herencia. Sin complicaciones. Sin emociones turbias. Solo firmas en papel y un anillo de oro en mi dedo. Pero cuando mi primo decide impugnar mi matrimonio, sé que tengo que encontrar a mi “falso” esposo y hacer que nuestra
unión parezca real.
Flynn.
Cumplí con mi deber: firmé los papeles, me hice el héroe y me aseguré la herencia de Temple. Fue fácil hacer de esposo cariñoso desde el otro lado del océano. Pero cuando abro la puerta y me encuentro a mi esposa de pie, con su equipaje rosa a cuestas, sé que mi tranquila vida en Saddle Creek se ha vuelto mucho más ruidosa. Nuestro matrimonio solo debía ser un medio para alcanzar un fin. Ahora vive en mi cabaña de una habitación, poniendo a prueba cada gramo de mi autocontrol. Empiezo a pensar que la mayor mentira que nos dijimos... fue que este matrimonio no era real.
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Beau.
Nunca he sido la primera opción de nadie. Ni de niño, ni en el ejército, ni desde que volví. Demonios, tuve que mudarme a la ciudad natal de otra persona porque no pertenecía a ningún lugar. Entonces conozco a Daisy. La primera mujer que me hace sentir que podría ser suficiente. Pero Daisy está fuera de los límites. Es la hermana pequeña de mi amigo, y no olvidemos que está embarazada de otro hombre.
Daisy.
Volví a casa, con el rabo entre las piernas, embarazada y con el corazón roto, lista para empezar de nuevo. Lo último que necesito es pasar todo mi tiempo con un ex-Ranger encantador. Pero un quid pro quo más tarde y estoy acogiendo a un perro y Beau es mi nuevo entrenador de parto. Lo siguiente que sé es que Beau está ahí para los antojos de medianoche y los ejercicios de respiración. Beau es quien me ayuda a buscar los mejores asientos para el coche y me frota los pies. Ahora compartimos casa, correa y más calor del que sé qué hacer con él. Pero los guapos como Beau nunca se quedan mucho tiempo. No debería quererlo. No puedo confiar en él. Pero ojalá pudiera.
Wren.
Nunca pensé que volvería a casarme, sobre todo desde que la primera vez fue un fracaso épico. Pero una amenaza a la custodia de mi hijo me obliga a llamar al único hombre en quien confío, Liam Gregory. Mi primer amor. Mi mejor amigo. Fuera de los límites en todos los sentidos. Liam está de acuerdo en ser mi de... pero esto no es solo papeleo para él. No cuando me mira así. Y definitivamente no cuando me toca como si ya le perteneciera.
Liam.
Dejé la ciudad después del instituto y me alisté en el ejército porque sabía que Wren Ashcroft se merecía algo mejor que yo. Luego se casó con mi mejor amigo. Ahora, viuda y herida emocionalmente por esa farsa de matrimonio, necesita mi ayuda. La protegeré. Me casaré con ella. Pero me cansé de contener lo que siento. Ahora es mi esposa y me aseguraré de que sepa exactamente lo que eso significa.
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