miércoles, 17 de julio de 2024

Serie Billionaires of Manhattan - Annika Martin







ÉL ES UN PODEROSO CEO MILLONARIO QUE CONVIRTIÓ EL NEGOCIO FAMILIAR EN UN IMPERIO.
EL DINERO NO LE IMPORTA, PERO LA COMPAÑÍA ES SU VIDA. Y ENTONCES SU EXCÉNTRICA LE DEJA EN HERENCIA TODO A SU PEQUEÑO PERRO.

Soy Vicky, la encantadora de perros (no realmente, pero es lo que mi vecina mayor siempre dice). Cuando ella muere, sorprende a todo el mundo al dejar una corporación que vale millones a su perro, Smuckers. Conmigo como su portavoz.
De repente, paso de manejar mi tienda en Etsy a sentarme en una elegante sala de juntas en Wall Street con Smuckers en mi regazo. Y el hijo de mi vecina, Henry Locke, conocido como El Soltero Más Elegible de Nueva York, mirándome a través de la mesa.
Los rumores dicen que Henry es un genio de los negocios, que es tan talentoso en la habitación como en la sala de juntas. Claro, es hermoso. Sexo en un traje de siete mil dólares. Pero...

ES ARROGANTE E INSUFRIBLE.

Se niega a escucharme cuando insisto en que no engañé a su madre.
Cree que puede maltratarme, comprarme, controlarme, incluso seducirme.
Henry podría tener a las mujeres de Manhattan comiendo de la palma de su mano, pero estoy tan harta de los tipos ricos que creen que poseen el mundo.
De ninguna manera su malvada sonrisa me encantará a MÍ fuera de mis bragas.
SU MALVADA... DEVASTADORA... IMPOSIBLE DE RESISTIR SONRISA
AH, MIERDA, ¿QUIÉN NECESITA BRAGAS DE TODOS MODOS?




Cuando mi gerente me asigna la tarea de encontrar un nuevo servicio de llamada de despertador para nuestro director ejecutivo, pienso, ¿qué tan difícil puede ser?

RESPUESTA: PRÁCTICAMENTE IMPOSIBLE

Resulta que ninguna empresa de llamadas de despertador en el mundo lo aceptará como cliente. Han tenido suficiente de su hosca personalidad.
Así que, en un esfuerzo por no perder mi trabajo, en secreto comienzo a hacer las llamadas yo misma, cada día a las 4:30 a.m. en punto. Oh mi Dios, sí, leíste eso bien... jodidas cuatro treinta de la mañana.
Confesión: no soy la chica de despertador más agradable a esa hora. ¡Hola! ¿quién se despierta incluso antes de que los gallos canten? Afortunadamente, no parece importarle mi actitud de saca—tu—trasero—de—la—cama.
Día a día nos volvemos más cercanos, y las llamadas comienzan a ponerse sexys, como sexy pago por minuto, y oh tan salvaje. Acurrucados bajo las mantas con la luz de la luna entrando por las ventanas, nos divulgamos nuestros secretos, pero lo único que él no puede saber nunca es que la sexy zorra que lo despierta cada mañana es solo la asistente más insignificante que usa vestidos desaliñados. Solo puedo imaginar su decepción.

AHORA QUIERE SACARME A UNA CITA Y ESTÁ RASTRILLANDO MANHATTAN PARA ENCONTRARME. ES UN MILLONARIO DEDICADO A UNA MISIÓN. ¿CUÁNTO MÁS PODRÉ MANTENER ESTA FACHADA?




MAX HILTON ES MI NÉMESIS DE SECUNDARIA CONVERTIDO EN MILLONARIO. 
Y MAÑANA ENTREGO SU ORDEN DE ALMUERZO. 
EN UN DISFRAZ DE GATO.

Sabes que lo amará. Sonreirá esa sonrisa burlona, ahí sentado todo superior en su torre brillante, el playboy más rico y notorio en todo Nueva York, el rey de todo.
Resulta que no fue la curiosidad lo que mató al gato… fue la mortificación.
Casi estoy lista para renunciar a mi empleo de entrega de almuerzos, pero entonces, mi compañera de piso me lanza una copia de El Libro de Jugadas de Max Hilton: Diez Reglas de Oro para Conseguir a la Chica más Sexy de la Habitación.

Es el libro que lo catapultó al estrellato. Y es mi nueva biblia.

Voy a usar sus propias técnicas contra él. Lo envolveré alrededor de mi meñique, lo pondré de rodillas, y romperé su corazón de acero. Llámalo revancha por todas las chicas solteras que tuvieron que soportar legiones de perdedores usando sus legendarias tácticas.
Pero al ver a Max a diario, estoy descubriendo un lado de él que ni siquiera sabía que existía. No es el tipo imbécil que pensé. Él tiene esta sonrisa que solo me muestra a mí, y que derrite mi corazón. Su toque envía estremecimientos por mi columna. Y esos besos prohibidos me están volviendo loca.

ENAMORARME DE ÉL NO ESTABA EN MI PLAN. 
¿ESTOY ROMPIENDO SUS REGLAS O SUS REGLAS ME ROMPERÁN PRIMERO?





NO SOY EL PRÍNCIPE ENCANTADOR, Y LO ÚLTIMO QUE QUIERO ES UNA CENICIENTA.

Mis instrucciones eran simples: recorrer la ciudad en busca de una falsa prometida que no sea mi tipo en absoluto. Tenerla en mi jet el lunes por la mañana, vestida apropiadamente para unas vacaciones en un yate.
Necesito una mujer lo suficientemente creíble para convencer a cierto cliente de que he cambiado mis formas de playboy... nada como las supermodelos y socialités que suelo tener del brazo. Alguien demasiado molesta como para tentarme... sin enredos emocionales, muchas gracias. Esto es solo negocios. Si no tiene problemas con mi apariencia y riqueza, mucho mejor.

Debería ser fácil, ¿cierto?

Aparentemente no, porque mi gente va y contrata a Tabitha. Mi estilista. ¿En qué estaban pensando? Sí, dije molesta, pero no me refería a ella, la mujer más frustrante en el mundo.

TABITHA ES OPTIMISTA. TIENE UN HÁMSTER DE MASCOTA. LE ENCANTA HELLO KITTY, Y SE METE EN MI PIEL COMO NADIE MÁS.

Como si eso no fuera lo suficientemente malo, en el minuto en que pisamos el muelle, cree que cierta persona en el yate está planeando algo oscuro... basada completamente en su conocimiento sobre novelas.

No escucha cuando le digo que está siendo ridícula.

Pero mientras los días pasan, encuentro que en realidad nos estamos divirtiendo. Y nuestros besos falsos se calientan. Y de repente sus salvajes teorías no suenan tan extrañas después de todo...



Puede que sea una humilde y tímida cartera, pero cuando mi querido edificio de apartamentos es amenazado por un multimillonario misterioso y solitario, estoy dispuesta a ir más allá.
Voy a marchar hasta la fortaleza de la ferocidad de Malcolm Blackberg y entregar un aviso de cese y desistimiento que no puede rechazar.
Excepto que tan pronto como entro por sus puertas doradas, las cosas se desvían, me confunden con la entrenadora de inteligencia emocional que la corte le ha impuesto a Malcolm, y piensan que estoy actuando como una loca del cosplay vestida de cartera.
Me arrastran dentro, un cordero de sacrificio para el gran mal.
Mejor dicho, ese gran y ardientemente sexy mal.
Así que me invento una lección que incluye una historia sobre nuestro edificio. No parece feliz. ¿Se da cuenta de que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo?
Antes de darme cuenta estoy volando por todo el país, de cerca y probando la personalidad del hombre más diabólicamente exasperante que he conocido.
Es aterrador, sí... pero la forma en que a veces me mira me vuelve las rodillas gelatina, y me hace escribir cartas de amor de sus preciosos ojos, su sonrisa que hace la boca agua, su impresionante... paquete.
Nuestras sesiones de entrenamiento se están volviendo muy calientes, pero no puedo bajar la guardia. Si alguna vez se entera de que soy una farsante de primera clase, ¡perderé todo lo que he amado en este mundo!




Francine está sorprendida cuando descubre que ha estado casada... ¡por los últimos diez años!, con Benny, el huraño y nerd amigo/enemigo con el que trabajó un verano en Las Vegas.
¿Cómo diablos terminaron casados? ¡A duras penas se soportaban! Aunque esa noche estaba ebria...
Rastrea a Benny, segura de que estará tan sorprendido sobre el matrimonio como ella, segura de que estará feliz de disolver su unión ASAP1 así ella puede conseguir los documentos que necesita desesperadamente.
Pero Benny es ahora frío y asquerosamente millonario. Y sí, él firmará los papeles... por un precio: ella tiene que pasar las siguientes tres semanas haciendo de su cariñosa esposa.




Mi imitación de nuestro jefe multimillonario los hizo reír a todos. Bueno… casi a todos. ¡La peor. Marcación con el trasero. Por accidente. Nunca!
Fue sólo una tonta diversión. Una ridícula imitación del mega millonario sin rostro propietario de nuestra megacorporación internacional sin rostro.
Y sí, hubo risas. Posiblemente algunos gritos y carcajadas.
¿Cómo iba a saber que Dave, el de contabilidad, se había sentado en el altavoz, llamando a dicho mega millonario? O que me escucharía burlándome de él durante diez minutos seguidos.
Ummm... ¡podría haberse anunciado!
Dicen que es un notorio libertino. Un sinvergüenza que golpea a los paparazzi. Un chico malo de la jet set internacional.
Y ahora escuché que está decidido a localizar a la bromista. O sea a mí.
¡Ups!
Pero somos unidos como una familia en esta oficina; de ninguna manera mis compañeros de trabajo me delatarán, a pesar de la presión de arriba. Además, ¿quién trae las galletas? ¡Yo!
Las cosas se calman después de unos meses y estoy bastante segura de que estoy a salvo.
Gracias a Dios, porque tengo las manos ocupadas con nuestro nuevo y perezoso y arrogante mandadero de oficina. Tiene la peor ética de trabajo que vi en mi vida. ¿Cómo consiguió que lo contrataran? No sabe cómo hacer funcionar una máquina expendedora y se queda desconcertado cuando le enviamos una tarjeta para que la firme como todos por el cumpleaños de alguien. Es como si nunca en su vida hubiera puesto un pie en un lugar de negocios.
Pero poco a poco nos vamos acercando. Es chistoso. Sexy. Malvado. Aun así, no es del todo adecuado para mí. Me gustan los hombres respetables con ética de trabajo.
Además, no puedo evitar la sensación de que está ocultando algo...


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