Hace un año...
Mi familia se fue. Mis padres. Mi hermana gemela. Todos ellos asesinados por el hombre que me ha acosado durante años. Casi me mata a mí también. Pero me escapé y él sigue ahí fuera, buscándome. No me encontrará. Al menos, espero que no. Gracias al WITSEC, me han dado una nueva vida con una nueva identidad.
El presente...
Mi tío, mi único pariente vivo, me ha ayudado a recomponerme y me ha dado las herramientas que necesito para sobrevivir. No estoy curada y mi dolor es intenso, pero estoy en un punto en el que puedo poner un pie delante del otro para intentar seguir adelante.
Sé que mi futuro será duro y solitario. Debo mantenerme fuerte y centrarme en lo bueno. Tengo una segunda oportunidad en la vida. Estoy a salvo. Mi nuevo hogar es precioso. Los cuatro hermanos que viven al lado lo son aún más. Poco sé que Colt, Creed, Keelan y Knox pronto se convertirán en mi todo. Es como si mi solitario corazón pidiera a gritos que alguien bueno me encontrara.
Y cuatro respondieron.
Sálvame de mi pasado.
Sálvame de mi miedo.
Sálvame de mi dolor.
Sálvame de mí misma.
Los HERMANOS STONE son la razón por la que puedo volver a sonreír. Son mi única luz en la oscuridad que me ahoga. Lo que empezó como una amistad entre ellos y yo se ha convertido en algo más. Ellos me quieren y yo los quiero también. Pero eso no sucederá con mi dolor desgarrándome
¿Sucumbiré a mi pena y dejaré que me destruya?
¿O mis chicos serán capaces de salvarme?
Colt es mi consuelo.
Es el primero en sostener mi mano cuando la vida se vuelve difícil.
Creed es mi apoyo.
Siempre me cubre la espalda, siempre está dispuesto a ayudarme a luchar contra el mundo o mis inseguridades.
Keelan es mi alegría.
Me hace reír sin esfuerzo y desprende luz incluso cuando los días se vuelven oscuros.
Knox es mi fuerza.
Me mantiene unida incluso cuando quiero romperme.
Cada uno de mis chicos es un gran hombre y cada uno llena una pieza que falta en mi alma rota.
Me estoy enamorando de ellos. Tal vez ya lo he hecho. La pregunta es, ¿me corresponden?
Apreciaría cada momento si lo hicieran. Es lo que haces cuando oyes el tictac constante de un reloj en tu cabeza. Sé que es mi instinto advirtiéndome que estoy en tiempo prestado. Algo malo va a suceder.
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