—Bienvenida a la familia —me dice Nina Winchester cuando le doy la mano, elegante y bien cuidada. Sonrío amablemente y observo el pasillo de mármol. Trabajar aquí es mi última oportunidad de empezar de cero. Puedo fingir ser quien quiera. Pero pronto aprenderé que los secretos de los Winchester son mucho más peligrosos que los míos...
Todos los días limpio la hermosa casa de los Winchester de arriba a abajo. Recojo a su hija de la escuela. Y preparo una deliciosa comida para toda la familia antes de subir a comer sola a mi pequeña habitación del último piso.
Intento ignorar cómo Nina ensucia todo para verme limpiarlo. Cómo cuenta extrañas mentiras sobre su propia hija. Y cómo su marido Andrew parece cada día más destrozado. Pero cuando miro los bonitos ojos marrones de Andrew, tan llenos de dolor, es difícil no imaginar cómo sería vivir la vida de Nina. El vestidor, el auto lujoso, el marido perfecto.
Sólo me pruebo uno de los impolutos vestidos blancos de Nina una vez. Sólo para ver cómo es. Pero pronto lo descubre... y cuando me doy cuenta de que la puerta de mi dormitorio en el ático sólo se cierra desde fuera, ya es demasiado tarde.
Pero me tranquilizo: los Winchester no saben quién soy en realidad.
No saben de lo que soy capaz...
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