Él era el mejor amigo de mi novio y la pesadilla de mi existencia.
Quería odiar a Luke Taylor.
Lo odiaba.
Solo que nunca lo odié lo suficiente.
Ahora, una década más tarde, la tragedia nos ha devuelto al lugar donde todo ocurrió: mis mejores y mis peores momentos.
Nuestras vidas han cambiado, pero esa atracción entre nosotros es tan fuerte como siempre.
Solo que esta vez, también es más peligrosa.
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Lucie.
Desde el primer momento en que vi a Caleb, supe que me pertenecía. Y supe que tendría que salvarlo, porque, si no, ¿de qué otra forma la chica a la que nadie quiere se gana al chico amado por todos?
Nada en su vida ni en la mía ha salido según lo planeado. Él es aislado y miserable. Yo tengo un ex vengativo, dos hijos pequeños y más problemas de los que puedo contar.
Pero lo que no ha cambiado es esto: todavía se siente como si él fuera mío.
Y parece que necesita que lo salven.
Caleb.
Mi vida es una condena de prisión. Vine al lago a cumplirla solo... pero Lucie está echando por tierra mis planes.
Lucie, la niña que pasaba encerrada todos los veranos en la casa de al lado, ahora ha crecido -y Dios, cómo ha crecido- y parece que no puedo escapar de ella.
Por donde mire, ella está ahí. Recordándome todas las cosas que solía desear, con las que solía soñar...
Y me hace desearlas todas de nuevo.
Kate
Salí de rehabilitación para recuperar a mi esposo. Funcionará. Solo tiene que ver que estoy limpia, que he recuperado el equilibrio.
Hasta que eso ocurra, solo tengo a un hombre a mi lado: Beck, el mejor amigo de mi esposo, que me acoge contra su voluntad y me mantiene cuerda.
Vivir con Beck es más fácil de lo que esperaba, y divertido. Excepto que tengo un largo historial de querer lo que se supone que no debo querer.
Y Beck puede ser el más peligroso de todos.
Beck
Kate no tenía a dónde ir: ayudarla es lo correcto. Aunque si cree que el hecho de seguir casada con mi mejor amigo significa que está a salvo paseándose por mi casa en camiseta... bueno, no estoy tan seguro.
Porque tal vez Caleb podría pasarla por alto. Tal vez Caleb podría no notarla.
Pero desde el momento en que nos conocimos, Kate ha sido lo único que he podido ver, y no importa lo que se diga a sí misma, me desea tanto como yo a ella.
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