Supe que algo estaba mal al segundo en que ella atravesó la puerta esta noche; solo que no podía descifrar lo que era.
Mismo color de cabello.
Mismas piernas.
Mismo rostro.
Excepto... miro más fijamente.
Al pequeño hoyuelo debajo de su labio que no estaba allí la última vez que salimos. Y su risa... esa risa no era tan fuerte.
Esta no es la chica con la que he salido en las últimas semanas.
Es su hermana gemela, y han intercambiado lugares conmigo.
Sólo que no estoy listo para dejarlas volver a su lugar.
Scarlett es siempre la sensata: la conductora sobria. La planificadora. La que te retiene el cabello mientras adoras a los dioses de porcelana.
Semana tras semana, visita Jock Row con sus amigas: la escena de fiesta más popular de la universidad y caldo de cultivo para estudiantes atletas. Y si mantener a sus amigas fuera de problemas y a los chicos fuera de sus pantalones fuera un deporte, ella sería la atleta estrella.
El ser una Corta Rollos reconocida la hace notar por todas las razones equivocadas; y solo así, es vetada en Jock Row. NINGÚN TIPO QUIERE UNA CHICA ALREDEDOR QUE EVITA QUE SUS AMIGOS DEPORTISTAS ECHEN UN POLVO.
“Rowdy” Wade es el mejor campocorto del equipo de béisbol de la universidad, y el bastardo desafortunado que sacó la pajita más corta: le toca mantener a la Señorita Santurrona fuera de la Casa del Béisbol.
Pero Scarlett regresa semana tras semana, decidida a entrar.
Kip Carmichael no es un niño bonito.
Es un rudo gigante sucio. Con cabello tan rebelde y barba tan espesa, que sus amigos del equipo lo llaman Pie Grande.
La primera vez que Pie Grande vio a Theodora “Teddy” Johnson al otro lado del barril en una fiesta una noche en Jock Row, había sido relegada a un lado por sus "amigas" hambrientas de atletas.
Mira cómo la hermosa pero tímida Teddy se ve eclipsada y pasada por alto, semana tras semana. Y Pie Grande finalmente se abre paso entre la multitud, ofreciéndose a ser su hada madrina peluda. ¿Pero en el momento en que sus ojos se encuentran? Está perdido.
Enseñarle las REGLAS para ganarse a un atleta será la parte fácil. No enamorarse de ella será un juego perdido.
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